Dorso

viernes, 8 de julio de 2011

Daniel Fernando Filmus.

El “Chi­ro­lita” del pre­si­dente Kir­ch­ner tiene un pasado muy intere­sante, el cual no con­dice con su pre­sente kir­ch­ne­rista. No lo podés dejar de conocer.
Minis­tro de Edu­ca­ción, Cien­cia y Tec­no­lo­gía Nacio­nal — de Nés­tor Kir­ch­ner (2003 — …)
Secre­ta­rio de Edu­ca­ción de la Ciu­dad de Bue­nos Aires — de Aníbal Iba­rra (2000–2003)
Ase­sor en el Minis­te­rio de Edu­ca­ción de la Nación — de Susana Decibe — Car­los Menem (1993)
Sub-Secretario de Edu­ca­ción de la Ciu­dad de Bue­nos Aires — de Car­los Grosso (1990–1992)
Direc­tor Gene­ral de Edu­ca­ción de la Ciu­dad de Bue­nos Aires — de Car­los Grosso (1989–1990)
Fil­mus y Grosso en 1992: tiem­pos de fe menemista
Fil­mus corre con la des­ven­taja de haber empe­zado joven. El can­di­dato por­teño del kir­ch­ne­rismo se reci­bió de soció­logo a los 22 años, menos de un lus­tro des­pués ya era rec­tor de un cen­tro edu­ca­tivo y, a los 34 años, llegó al gobierno de la ciu­dad.
Enton­ces capi­ta­neaba la inten­den­cia un polé­mico hom­bre del mene­mismo, cues­tio­nado por el manejo dis­cre­cio­nal de los fon­dos públi­cos: Grosso. Fil­mus formó parte de su equipo como direc­tor y sub­se­cre­ta­rio de Edu­ca­ción; y se alejó sólo en 1992, cuando la vapu­leada ima­gen del jefe comu­nal era insostenible.
Una curio­si­dad
Mien­tras Fil­mus fue fun­cio­na­rio de Grosso, un joven legis­la­dor de la opo­si­ción logró noto­rie­dad por denun­ciar que –una madru­gada de diciem­bre de 1991– el Con­cejo Deli­be­rante había auto­ri­zado la cons­truc­ción de una gale­ría comer­cial en la planta baja de la escuela Pre­si­dente Mitre. Era la famosa “escuela shop­ping”; y, el denun­ciante, el con­ce­jal Aníbal Iba­rra. El mismo que hoy acom­paña a Fil­mus como pos­tu­lante a la Intendencia.
No es todo
Cuando dejó el gobierno de Grosso, el soció­logo se sumó como ase­sor al equipo de la minis­tra de Edu­ca­ción, Susana Decibe, siendo el más impor­tante impul­sor y redac­tor de la Ley Fede­ral de Edu­ca­ción. La deci­sión era natu­ral en momen­tos de apo­geo menemista…
El “Chi­ro­lita” elegido
Daniel Fil­mus llegó al minis­te­rio de Edu­ca­ción en el 2003, cuando asu­mió Nés­tor Kir­ch­ner. Dice que lo cono­ció unos días antes de que le ofre­cie­ran el cargo y que lo que valo­ra­ron para ele­girlo fue su tra­yec­to­ria – no la leyó muy bien– y su bajo perfil. (¡!).
El año pasado, Daniel Fil­mus impulsó y redactó la Nueva Ley de Edu­ca­ción Nacio­nal. Lo hizo cri­ti­cando feroz­mente, acorde con la nueva línea K la “polí­tica edu­ca­tiva de los ’90″ y la “ley mene­mista”, que en su momento había fogo­neado y ayu­dado a escri­bir. Hasta su anti­gua socia en el mene­mismo edu­ca­tivo, Susana Decibe, hizo cono­cer su indig­na­ción frente a tamaña cam­paña: “Fil­mus fue parte de nues­tro equipo de ges­tión y com­par­tía la visión y la política”.
Como ejem­plo de su “salto con garro­cha” el lan­za­miento como can­di­dato por la Ciu­dad lo encon­tró junto a Kir­ch­ner pro­mul­gando la nueva Ley de Edu­ca­ción. Fue el pri­mer paso en la ins­ta­la­ción mediá­tica del des­co­no­cido ministro.
Daniel Fil­mus, el hom­bre ele­gido por Kir­ch­ner como su can­di­dato en la Capi­tal, ostenta un currí­cu­lum de extraña cohe­ren­cia: en los últi­mos veinte años, ha sido pro­ta­go­nista de todas las expe­rien­cias de des­truc­ción de la edu­ca­ción pública eje­cu­ta­das desde el Estado.
Con Iba­rra, Fil­mus vol­vió a la Ciu­dad, nue­va­mente como secre­ta­rio de Edu­ca­ción. Durante tres años, pilo­teó un pro­ceso de declive impla­ca­ble de la escuela pública por­teña, carac­te­ri­zado por la caída del sala­rio docente y el derrumbe de los edi­fi­cios escolares.
En la ban­ca­rrota de 2001, una dis­po­si­ción de su Secre­ta­ría habi­litó a las con­ce­sio­na­rias de los come­do­res a que “ade­cuen los menús a la grave situa­ción finan­ciera”. Cuando arre­cia­ron las pro­tes­tas y denun­cias de niños mal ali­men­ta­dos, Fil­mus acuñó una de sus fra­ses más cono­ci­das: “A la escuela se viene a apren­der, no a comer”.
Mien­tras “ajus­taba” a los come­do­res, Iba­rra “arre­glaba” la deuda pública de la Ciu­dad “hacia arriba”.
Fil­mus en el Siglo XXI
Se juntó con Iba­rra (que estaba aliado con De la Rúa). Com­par­tió el gabi­nete de minis­tros de la Ciu­dad con Teler­man (el mismo que estuvo con Cafiero, que fue emba­ja­dor de Menem, que fue jefe de cam­paña de Duhalde, que luego fue vice­jefe de Iba­rra, que actual­mente es jefe de gobierno, que es ban­cado por De Vido, que se declaró oficialista-kirchnerista, y al rato opositor-amigo de Carrió).
Es apo­yado por Scioli (que se inició con Menem, siguió con Duhalde y con­ti­núa con Kirchner).
Es actual­mente minis­tro de Kir­ch­ner, quien lo mandó a com­pe­tir en la Ciu­dad por suge­ren­cia de Alberto Fer­nán­dez (quien pasó por el Par­tido Nacio­na­lista Cons­ti­tu­cio­nal, y luego fue un orgu­lloso cava­llista, antes de con­ver­tirse en el jefe de gabi­nete de Kir­ch­ner), que llegó a Pre­si­dente gra­cias a Duhalde, que en los 90 fue muy amigo de Menem (con quien impul­sa­ron y se ale­gra­ron por la pri­va­ti­za­ción de YPF; y de quien dijo que era más que Perón)…
Y ahora dicen que Fil­mus es la nueva polí­tica, que es un tipo cohe­rente, que repre­senta a un modelo dis­tinto y que no tiene nada que ver con los 90.
FUEN­TES: Sín­te­sis Infor­ma­tiva. Junio de 2007 y
OPI – Río Gallegos

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