Dorso

viernes, 1 de julio de 2011

Hábeas por condiciones denigrantes del pabellón 8 de Varela.

UNIDAD 24 DE VARELA
El secretario de Ejecución Penal de la Defensoría General de San Martín, Juan Manuel Casolati presentó, días atrás, un hábeas corpus por el agravamiento de las condiciones de detención de los internos alojados en el pabellón Nº 8 de la U 24 de Florencio Varela, del Servicio Penitenciario Bonaerense. En el escrito, el abogado solicita que cesen las denigrantes condiciones de detención en relación al abandono edilicio, la alimentación y las graves deficiencias constatadas en el Área de Sanidad, entre otras.
En la inspección realizada recientemente, integrantes de la defensa pública departamental, acreditaron diversas irregulares que violentan derechos humanos esenciales de los privados de libertad. Entre ellas, el secretario indica que "la primera impresión del pasillo sobre el que convergen las puertas de los calabozos, fue de abandono, charcos de agua se espaciaban por el suelo, el frío era notorio, desde los pasaplatos perforados a unos cincuenta centímetros del suelo en las puertas de chapa despintadas y oxidadas se asomaban los rostros de los allí alojados., no se cuenta con agua caliente, solo fría cuando es liberado el flujo por personal penitenciario, no existe la mas elemental calefacción, se advirtió el taponamiento de cañerías."
El panorama se vuelve tétrico en la celda Nº 6, donde se entrevistó a un compañero quien tenía una bolsa de colostomía -ano contranatura- y vendaje/yeso en su brazo izquierdo. "Su aspecto era maliciento -subrayaCasolati- La ropa sucia, su piel muy pálida, y debajo de su buzo y pantalones era evidente su delgadez. Manifestó que no tenía atención medica desde hacia veinte días, tampoco tenía medicación.. El ambiente era oscuro pues las aberturas habían sido cubiertas con retazos de frazadas u otras telas debido a que las aberturas estaban desprovistas de vidrios".
Otro de los entrevistados, detenido desde abril de 2010, manifestó que "no sabe quien es su defensor, dice tener HIV, no recibe comida y sufre falta de ropa. La situación motivo su tratamiento con el Medico de Guardia, quien consulto el legajo medico manifestando desconocer que el interno sufría HIV. Se comprometió al seguimiento del caso y la realización de los análisis correspondientes.
Más adelante, el escrito habla de compañeros con tuberculosis sin medicación, a pesar que la misma fue entrega al penal. También describe los alimentos, todos en mal estado y la falta de dietas para quienes padecen HIV. A la vez, el sector de odontología estaba en estado abandónico, con paredes sucias, falto de higiene y limpieza general, con botiquines sin insumos odontológicos y los pocos que tenían, estaban vencidos.
Asimismo, sobre el interior del pabellón Nº 8, Casolati afirma que "sus celdas se encontraba en pésimas condiciones de mantenimiento, higiene y cuidado. Celdas (en su totalidad) con paredes ennegrecidas con manifiesta humedad. Los baños con canillas con continua perdida de agua y desprovistos de elementales condiciones de higiene de uso regular. Resultaban visibles y graves las deficiencias en los sistemas de circulación de agua y evacuación de líquidos. Piso del pabellón, con charcos de agua y celdas, con perdidas de agua son contenidas con trapos y algún caso (Celda 14) inundada por cañería tapada. Solo agua fría esta disponible cuando personal penitenciario habilita el uso. Las condiciones de higiene y salubridad merecen el mas serio reproche pues degradan la dignidad humana de los allí detenidos".
J.M.

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