
Sobre las 10:30 p.m. los miles de manifestantes que llegamos por las distintas entradas a la plaza del Sol sitiada nos felicitábamos entusiasmados: es increíble –decíamos-. En menos de dos horas habíamos inundado como un tsunami incontenible la Gran Vía, la plaza de Cibeles hervía con los grupos que se iban sumando, el río desbordó la Castellana (Paseo de Recoletos) hasta Atocha, arriba de la calle no se veía el final. “El sueño se hace a mano y sin permiso”, había escrito una chica en un cartón.
Nunca estuvieron tan llenas las calles aledañas a Sol. Anoche, el sol iluminaba todo el centro de Madrid y el 15 M inventaba la manifestación centrípeta: se sale del punto de llegada, se avanza por desborde y se vuelve al centro de salida desde cualquiera de los puntos conquistados.
El gobierno declaró el estado de sitio en el centro de Madrid a las 6:30 p.m. Interrumpió la circulación, “por orden gubernamental los trenes y el metro no pararán en Sol” -decía la megafonía-. Nadie podía entrar en la plaza repleta de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, los periodistas tenían vetada la entrada, las televisiones mostraban imágenes de la plaza desierta, tomada por la policía. Bastaron dos horas para que el sitiador fuera sitiado. El movimiento activó sus comunicaciones, las redes sociales encendieron motores, las personas apagaron la tele y salieron a la calle.
El movimiento no ha perdido Sol. Hace tiempo que “salió de sol para entrar en nuestras conciencias”. Parece que el gobierno no ha tomado nota, o sí, por eso el bombardeo mediático se hace constante.

El 2 de agosto en Madrid la Puerta del Sol no era un símbolo sino una metáfora. Por la mañana la bolsa española se desplomaba, la calificación de nuestra deuda alcanzaba los mínimos históricos, el presidente del gobierno suspendía de nuevo sus vacaciones, España estaba a punto del rescate, los recortes sociales con la nueva calificación de la deuda se quedaban en nada… y ante tamaño desastre: el gobierno da la orden de tomar Sol. ¿Dónde está la amenaza? ¿Quién está apunto de hacer quebrar el país?
Por la mañana los medios informaban del triunfo de la policía: no ha habido violencia, la policía ha conseguido desalojar el parqué, perdón, la plaza. Se ha restablecido el orden. Parece que la calificación de la deuda deja de caer en picado. Hemos ganado. Rubalcaba, que ya no es ministro del Interior ni vicepresidente, y que ya no teme ser salpicado por “la basura”, afirma en una rueda de prensa que no hay que temer que se produzca un rescate. Rajoy afirma que apoyará al gobierno en cualquier medida que tome, por el bien de España. Los del movimiento han inventado un nuevo personaje: Rubaljoy
Son las 6 de la tarde del día 3 de agosto y una amiga me manda un mensaje “hoy también celebramos el día de la marmota. La megafonía dice que por orden gubernamental los trenes no paran en Sol”.
No cabe duda de que el capitalismo da muestras de sistema agotado. En economía, las mismas recetas que llevaron al desastre; en política, propaganda y represión. En biología un organismo perece cuando sigue dando las mismas respuestas a problemas nuevos.
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