El movimiento de protesta social, contra el costo de la vida, comenzó hace un mes en las principales ciudades israelíes. Este fin de semana más de 150.000 personas salieron a la calle. Es la mayor movilización de las últimas décadas y ha puesto en jaque al gobierno de Benjamin Netanyahu.
El gobierno prometió reformas este domingo tras la masiva movilización ciudadana de la víspera. En la reunión del Consejo de Ministros, ‘Bibi’ Netanyahu anunció que se formará un equipo interministerial para trabajar sobre un plan que alivie "las privaciones económicas" de los israelíes. Ante los temores de que la protesta se intensifique, el primer ministro declaró que “deben cambiar las prioridades económicas”.
El gobierno israelí estaría pensando en reducir los impuestos indirectos y en estimular la competencia, limitando la concentración de capitales. Los manifestantes piden, entre otras cosas, que el poder político deje de estar tan unido a las finanzas y protestan contra la fuerza de los monopolios en Israel.
Pese al intento del gobierno de calmar los ánimos, los jóvenes afirman que el movimiento seguirá creciendo. “No se puede vivir con precios del primer mundo y salarios del tercero”, afirma a RFI el profesor de historia económica y social en la Universidad de Tel Aviv, Efraín Davidi. En las protestas de este sábado participaron por primera vez ciudadanos árabes-israelíes.
Un mes de protestas
Las protestas empezaron a principios de julio debido al aumento de los alquileres de la vivienda que afecta a numerosos jóvenes en el país. Al principio eran poco numerosas, pero las redes sociales animaron a más gente a través de Internet. La protesta se extendió al agravamiento de las desigualdades sociales y la degradación de los servicios públicos, sobre todo la salud y la educación.
“La gente aquí ve lo que pasa en la plaza Tahrir de El Cairo, en la Puerta del sol en Madrid o en la Plaza Sintagma de Atenas, y se da cuenta de que la calle tiene poder”, afirma el profesor Davidi, “y que, si lo ejercen, al menos se conocen sus problemas. Aquí lo que pasa es que los que trabajan, es decir la mayoría de la sociedad, no pueden terminar el mes, no pueden vivir bien. Y eso les ocurre a personas muy variadas, por eso en este movimiento popular encontramos gente de todo tipo”.
Como ejemplo cita al grupo de soldados reservistas que acudieron a una manifestación este sábado. "El mensaje para el gobierno de estos hombres era: si nos piden que demos la vida por ustedes, ustedes deben asegurarnos la vida a cambio. No nos vamos a sacrificar si ustedes no lo hacen por nosotros". Efraín Davidi conlcuye: "este movimiento crecerá en los próximos días”.
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