Los tiempos de dictadura no
pasaron en la comisaría primera de Bahía Blanca. Submarino seco y golpes
brutales son los métodos que los policías encontraron para que el
albañil Carlos José confiese haber participado de un robo.

Carlos I. José es un joven de 24 años que trabaja de peón de albañil.
Fue detenido en la madrugada del 12 de octubre por un supuesto robo
agravado por el abuso de armas. La detención fue realizada por personal
de la Seccional Primera de Bahía Blanca.
Dentro de la comisaría Carlos sufrió feroces torturas. En la
declaración de la denuncia penal que realizara José con el apoyo de su
madre, el joven relató los tomentos recibidos y pudieron constatarse
lesiones en el 70% de su cuerpo. "Me pusieron una bolsa de plástico en
la cabeza" dice el estremecedor relato de Carlos "y me golpeaban por
todos lados. Patadas, trompadas y con un palo tipo cachiporra. No podía
respirar y del dolor me quería morir. Me caía al piso y ellos me
levantaban de la cabeza y de las orejas. Me colocaban contra la pared y
volvían a pegarme y me repetían "donde está el fierro" y yo les decía
que no sabía de ningún fierro. Querían que firme que yo había robado."
Sabido es que la tortura es una práctica habitual en casi todos los
lugares de detención de todo el país, pero justamente es inaceptable
que en una nación que se dice democrática y defensora de los derechos
humanos, estás prácticas se naturalicen y más aun, que la justicia
proteja a quienes la realizan.
Según el relato de una vecina el maltrato comenzó en el momento mismo
de la detención en Villa Quilmes. La vecina, que prefirió ocultar su
identidad, afirma que cuando detienen a Carlos José, "inmediatamente lo
tiran al piso y le empiezan a pegar". La señora relata que se acercó
gritándoles "¡Qué hacen! ¡Este es buen pibe! ¡Déjenlo!" Ella logró
agarrar a Carlos de un brazo que ya estaba boca abajo y esposado, cuando
un policía le dice "andate adentro porque te llevamos a vos también"
El robo del que es acusado Carlos José tuvo trascendencia en los
medios de Bahía Blanca, no así la denuncia de las torturas recibidas en
la comisaría. El diario "La Nueva Provincia" cubrió el hecho. Allí el
comisario Petrizan relata que en el momento de la detención se le
secuestro al joven la billetera robada con el dinero sustraído, sin
embargo y contradiciendo al comisario en la declaración del personal
policial a la fiscal se dice que la billetera fue encontrada en la playa
de estacionamiento donde se denunció el robo. El joven sólo tenía en su
poder $32 recibidos de su trabajo de albañil de la jornada. Dinero que
fue entregado a su madre por personal de la comisaría 4ª, donde
actualmente Carlos José se encuentra detenido.
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