Acoso y derribo al ilegal en Marruecos. Javi Valdezate. No human is illegal.

Ya es oficial. La estrategia para acabar con los subsaharianos ha dado un nuevo giro de tuerca en Marruecos.

Javi Valdezate / Málaga. 23/01/2012.
LLAMAMIENTO LEMIGRANT A LA COMUNIDAD INTERNACIONAL

Desde finales de diciembre estamos asistiendo a una auténtica cacería de negros, en la zona oriental de Marruecos .

Acoso: Dícese de persecución sin tregua ni reposo a un animal o una persona.

La guerra psicológica que se venía jugando desde 6 años atrás, ha dado paso al acoso y derribo. En Oujda, Nador y Berkane la clave es no dejarles respirar. Perseguir, quemar, deportar (nada nuevo) La novedad es que ahora hay cacerías a diario. No hay respiro para el sin papeles negro.

Las ongs de la zona lo confirman. Están muy preocupados. Nunca habían visto nada así. Pero los testimonios más escalofriantes son los de sus protagonistas.

ABRAHAM. 23 años, Sierra Leona.

Viene ocurriendo desde finales de diciembre. En OUJDA no hay descanso. Desde primera hora de la mañana hasta la noche, hay policía y soldados a la caza del negro, como si de una guerra se tratara pero sólo somos emigrantes. LOS NIÑOS PEQUEÑOS NO TIENEN DESCANSO. LAS MUJERES EMBARAZADAS NO TIENEN DESCANSO. Ahora mismo la misión principal de “Las fuerzas del orden” es dar caza al migrante. Día y noche. El dispositivo es abrumador.

En Oujda se ha pasado un comunicado a todos los comerciantes, para que BAJO NINGÚN CONCEPTO SE VENDA NINGÚN ALIMENTO A NINGUN NEGRO DE LA ZONA.

CAROLINE. 25 años. Nigeria.

Estaba embarazada. Era de noche y corría. Huía de la policía. Llegué a una construcción y me escondí para retomar el aliento. De repente llegaron cinco chicos a fumar. Me descubrieron y me violaron. Me violaron durante tres horas. Algo iba mal, no hacía más que sangrar y sangrar pero ninguno de ellos me ayudó. Me dejaron abandonada y salí como puede en busca de ayuda. Cuando por fin encontré a unos negros, les conté todo. – No podemos hacer nada me dijeron, nosotros también estamos huyendo. Sangré durante toda la noche. Sin medicinas para cortar la hemorragia. Yo estaba muy débil. Al día siguiente al mediodía nació el bebé. Este es mi bebé. No tengo comida que darle. No tengo medicinas. No tengo nada. Sólo puedo seguir huyendo.

Incluso las mujeres embarazadas son perseguidas. Caroline tuvo a sus bebé prematuro tras ser acosada, perseguida y violada.

CIRIUS. 26 años, Benin.

No es cosa fácil contar lo que el Gobierno de Marruecos está haciendo con los inmigrantes ilegales. Aquellos que tienen dinero para alquilar una habitación, tampoco se libran, la policía les confisca todo para luego deportarles a Argelia. Su único pecado carecer de papeles.

Para los no tienen dinero y sobreviven en los bosques la manera de actuar es diferente. La estrategia es quemarlo TODO. Tienda, ropa, alimentos. TODO. Les obligan a adentrarse en las profundidades de los bosques donde no tienen nada que comer.
No hay descanso en Oujda para los migrantes. Cuando no es la policía es por la violencia interna por parte de las redes. A todos los migrantes les toca correr y huir a diario. A los nigerianos, a los malienses, a los cameruneses, los senegales, los ghaneses, los togoleños y los congoleños. Para forzar más aún el acoso la policía a prohibido a los conductores de autobuses que van a Rabat, a Tánger, a Fes y a Nador MONTAR A NINGÚN NEGRO A BORDO. En los taxis lo mismo. Los migrantes en Marruecos necesitan ayuda. Están siendo tratados como animales. Están muriendo.
La forma de tratar a los negros en Marruecos no sólo es vergonzosa, es ilegal.

Ya no hay descanso en los campamentos de Oujda, Nador y Berkane. La gente no duerme. Están en constante estado de alarma.

Los migrantes, víctimas de las redes de tráfico y trata constituyen siempre el objetivo fácil para estas acciones.

Mientras que los integrantes de las redes, que se valen de la corrupción arraigada en la mayoría de los países africanos para actuar impunemente, son muy ocasionalmente objetivo de la policía.

No es nada nuevo que paguen justos por pecadores. Pero están jugando con miles de vidas humanas. Y lo que es peor: LO ESTAMOS PERMITIENDO.