(AW) El Centro Mandela DD.HH. difundió un
documento que sostiene que el proyecto de entendimiento de Chaco con la
empresa saudí Al-Khora yef, constituye "una auténtica situación de
emergencia por las locuras de un gobierno que está de paso y que acosa
el ambiente". Consistiría en un
sistema de arrendamientos que comprendería 221.000 hectáreas de tierras
públicas en la zona del impenetrable, para desarrollar un proyecto
agroalimentario con el grupo saudí Al-Khora yef, que en la primera
etapa invertiría 400 millones de dólares.

Chaco, 17 de enero de 2012 (Chaco Día x Día).-
Chaco: Documento del Centro Mandela. Proyecto saudí: "Más concentración y extranjerización de la tierra pública"

Chaco, 17 de enero de 2012 (Chaco Día x Día).-
Chaco: Documento del Centro Mandela. Proyecto saudí: "Más concentración y extranjerización de la tierra pública"
La entidad civil, en un crítico documento, sostiene que el proyecto
de entendimiento de Chaco con la empresa saudí Al-Khora yef, constituye
"una auténtica situación de emergencia por las locuras de un gobierno
que está de paso y que acosa el ambiente".
Con el título "Por más concentración y extranjerización del uso de la
tierra pública de Chaco", firmado este martes 17 de enero por el Centro
de Estudios "Nelson Mandela" de Resistencia sostiene:
"En octubre de 2010 Capitanich insinúo que proyectaría una millonaria
inversión en El Impenetrable, bajo un sistema de arrendamientos que
comprendería 221.000 hectáreas de tierras públicas para desarrollar un
proyecto agroalimentario con el grupo saudí Al-Khora yef, que en la
primera etapa invertiría 400 millones de dólares. El anuncio comprendió
la posible localización del emprendimiento en el triángulo constituido
por Comandancias Frías, Fuerte Esperanza y Taco Pozo.
El 22 de febrero de 2011el gobernador firmó un memorándum de
entendimiento con la firma Al-Khora yef Group Company (AGC),
representada por José F. Tomas y Siasa latinoamericana (SIASA),
encabezada por Daniel Tardito, CEO de Eduardo Eurnekian, uno de los
grandes terratenientes del Chaco, con aceitadas relaciones con el actual
y con los anteriores gobiernos. AGC figuró como empresa diversificada,
aunque sin experiencia ni antecedentes en explotaciones agrícolas,
ganaderas o forestales. Pese a ello, sería el desarrollador del
emprendimiento.
Fijó su domicilio en la Caja 305 del Correo de la ciudad de Riad,
Arabia Saudita. SIASA se presentó como agrupadora managers,
recientemente inscripta en el registro de comercio de Tigre, sin
movimiento comercial para entonces. El objetivo del emprendimiento
consistiría en desarrollar, llave en mano, una explotación agrícola en
aproximadamente 40 mil hectáreas de tierras públicas. La producción se
entregaría monopólicamente al Reino de Arabia Saudita, para la seguridad
alimentaria de su población. A través de un préstamo a la provincia del
Chaco, que debería ser garantizado por la República Argentina, se
financiaría la realización del estudio de viabilidad del proyecto, cuya
ejecución se costearía con fondos que se obtendrían del Banco Saudí de
Desarrollo. Estos fueron los puntos más salientes del memorándum de
entendimiento.
Un emprendimiento temerario
De concretarse el proyecto inevitablemente se desvirtuarán y se
desnaturalizarán las pautas de administración de tierras fiscales
previstas por la Constitución Provincial (CP), por la ley 2913 y su
modificatoria 4133. El art. 42 de la CP regula todo lo relacionado con
la propiedad, el uso y la explotación de las tierras fiscales, incluso
las ociosas, estableciendo las unidades económicas de tipo familiar, la
explotación directa y racional de la tierra a exclusivo cargo del propio
adjudicatario, la entrega y adjudicación preferencial a los aborígenes,
a ocupantes, a pequeños productores y a sus descendientes, como también
a cooperativas y entidades intermedias sin fines de lucro. O sea que la
Constitución descarta la entrega del uso y de la explotación de las
tierras en latifundios.
El art. 43 regula todo lo relacionado con las adjudicaciones, como
también las excepciones, destacándose que no se deben adjudicar tierras
públicas a las sociedades mercantiles. Desde este postulado es que el
arrendamiento latifundista de tierras públicas al grupo saudí, si se
concretara, significará lisa y llanamente una grave contradicción ante
la letra muy clara y al espíritu muy preciso de nuestra Constitución,
aún cuando en el futuro se quiera usar avales en leyes y decretos a
sancionarse.
A su vez, el art. 44 protege el bosque nativo chaqueño, que es lo
mismo que decir que protege el suelo y la biodiversidad, que en buen
romance implica defender las tierras públicas bajo un concepto integral.
Por lo tanto, el proyecto de inversión del fideicomiso árabe tampoco
parece sustentable si tomamos en cuenta que para su ejecución se deben
desmontar miles de hectáreas en una zona de biodiversidad extremadamente
frágil, además de que por su futura localización afectará a muchas
familias que habitan desde hace décadas en tales territorios, que
resisten en base a una economía de subsistencia.
Extranjerización del uso de las tierras públicas por adjudicaciones encubiertas.
En la cuestión relacionada con los anuncios que efectuó el gobernador
para avanzar en el emprendimiento agrícola-ganadero-forestal con la
empresa saudí, la duda más concreta se concentra en la localización del
referido megaproyecto. Hasta hace poco se manejaba la idea de que se
ubicaría en cercanías de Las Hacheras, 30 Km. al norte de Miraflores,
aguas debajo de La Fidelidad. Sin embargo, ahora se baraja la
posibilidad de que se localice en el Interfluvio, luego de la punta
norte-oeste de La Fidelidad, aguas arriba de esa legendaria Estancia que
tiene destino de parque nacional, de manera que el proyecto -si se
concretara- afectará ambientalmente cualquier programa de preservación
del extraordinario e inigualable capital de biodiversidad allí
existente, además de perjudicar a los pobladores de la zona que están
arraigados allí desde hace varias décadas. Son los norteños,
minifundistas y pequeños productores, dedicados fundamentalmente a la
cría de ganado caprino, con majadas de ochenta a cien madres en cada
caso y pocos animales altos.
La segunda duda consiste en la extensión del posible emprendimiento,
repitiéndose el gobierno en la estrategia de difundir información con
impresiones o vagamente, violando el deber de certeza que debieran
respetar todos los gobiernos. Así fue que manejaron distintas
superficies, como expresión concreta de una forma poco seria de
comunicación institucional. Últimamente el gobernador señaló una
proyección de 400 mil hectáreas de tierras fiscales que entregaría a la
empresa saudí, que en el caso de ser cierto pondrá en evidencia la
alocada política que confusamente pretenden implementar para desarrollar
la producción primaria. Entonces, y suponiendo que la información fuera
cierta, el mega emprendimiento se extendería desde La Fidelidad hasta
la localidad llamada Wichí. Un claro disparate con el pretexto de
fomentar la política de expansión de la frontera agropecuaria, ganadera y
forestal.
Es claramente temerario encarar el proyecto saudí
Es una verdadera locura. Para ponerlo al descubierto, basta con tener
en cuenta el mapa de uso de suelos del Chaco, inconcluso pero
revelador. En la zona que se habría escogido predomina los suelos Clases
VI y VII, que no son aptos para la agricultura. A este factor
determinante, se suma la extrema heterogeneidad de los suelos en cortas
distancias. Una de las personas que más ha trabajado este tema da un
ejemplo magnífico que refleja apropiadamente la heterogeneidad de estas
tierras; siempre menciona que se ven simbólicamente reflejadas a través
de "una feta de mortadela". Esta falta de homogeneidad de los suelos
desanimó a australianos, israelíes, franceses y grupos económicos de
varias nacionalidades que vinieron a evaluar el territorio y volvieron a
sus lugares convencidos de que no se puede realizar producción agrícola
a escala en El Impenetrable.
A las limitaciones de los suelos, se agregan las altas temperaturas
de los períodos de campañas agrícolas, que en los días más cálidos
implican temperaturas superiores a los 60º, cuando el sol está a pique,
que cocina cualquier vegetal. A su vez, las lluvias anualizadas se
concentran dos veces durante un par de semanas, con un promedio anual
muy bajo en los últimos cincuenta años. Por último, las ondulaciones o
desniveles existentes en toda la zona que se habría escogido, por el
predominio de albardones y madrejones también se oponen a cualquier
práctica agrícola a gran escala, además de impedir o dificultar la
implementación de un sistema de riego artificial para la explotación
proyectada. Es absolutamente impensado que se realice una tarea de
nivelación en miles y miles de hectáreas de las 400 mil que anunció el
gobernador, que además de ser casi imposible por los costos económicos,
implicaría no solamente desmontes masivos sino un desarrollo ambiental
fuertemente negativo e irreversible porque el Interfluvio tiene un
funcionamiento muy particular, sobretodo en su red hídrica estacional,
que se vería absolutamente dañada, con lo que el gobierno efectuaría
aportes sustanciales para el cambio climático negativo que se encuentra
en plena marcha, que ya no niegan ni discuten aquellos que militan en el
productivismo a escala, con grandes inversiones.
Las locuras y las consecuencias sociales y ambientales
En apariencia, el proyecto viene impulsado con una prédica bastante
bien organizada porque difunden que los capitales saudíes efectuarían
grandes inversiones en obras de infraestructura, no solamente camineras y
energéticas, sino también para la provisión de aguas para dotar de
riego artificial a la producción agrícola. Esto encaja y entusiasma al
gobierno en la tarea de impulsar la alocada política del gobierno en
materia de producción a escala, con supuestas grandes inversiones, sin
importar el origen de los recursos, la mecánica y consecuencias de los
procesos de producción, el trabajo, el destino de los bienes y, por
último, de las riquezas generadas que terminan por quedar en muy pocas
manos porque no se distribuirán entre los chaqueños dado que se trata de
un negocio integrado, que excluye la mano de obra, salvo el trabajo
menos calificado, tradicionalmente muy mal pagos en nuestra provincia,
en mayor medida en El Impenetrable, donde predomina el trabajo esclavo.
Sin embargo, debemos comprender que este proyecto financiero,
económico y productivo será de corto plazo, de carácter netamente
extractivo y predador, con costos sociales y ambientales irreversibles,
de tal modo que no nos beneficiaremos con el prometido proceso de
capitalización que se ha anunciado y los chaqueños no seremos
favorecidos porque el modelo agrotecnológico que se aplicará no
contempla la contratación de mano de obra calificada e intensiva.
Además, cuando la empresa saudí nos devuelva los predios fiscales, en
realidad nos restituirán lo que queda de las tierras sobre explotadas,
sin la protección del monte nativo, de manera que inevitablemente se
degradarán aún más hasta la desertificación del territorio, salvo que en
el futuro se encaren procesos muy costosos de remediación, con recursos
públicos.
Retomando el tema de La Fidelidad, que por cierto no viste de verde
al gobierno local, debemos señalar que de concretarse el emprendimiento
saudí también afectará el ecosistema de la Estancia, o sea que ésta
quedará afectada salvo que miremos el fenómeno desde la visión cerrada
que tiene el gobierno chaqueño, que predica las externalidades liberales
y no entienden o niegan los riesgos y daños en los entornos
ambientales.
Si al mega emprendimiento saudí sumamos la ubicación geográfica del
saldo maderable que el gobierno perfiló a través del anunciado
Inventario Forestal 2011, que resumidamente significa que la madera que
queda para explotar se encuentra en El Impenetrable, debemos
necesariamente concluir que en pocos años colapsará el sistema existente
en el zona, que en realidad es definidamente frágil por sus condiciones
naturales. Todo esto permitiría plantear la hipótesis de una situación
concreta de expropiación ambiental, de jerarquía superior al saqueo
porque supone el ejercicio pleno del dominio del ecosistema, que incluye
la tierra pública y la privada. Así ingresaríamos a una autentica
situación de emergencia por las locuras de un gobierno que está de paso,
que acosa el ambiente y ataca y hostiga el saldo existente de
biodiversidad.
Por si fuera poco, los explotadores forestales cuentan con los
privilegios derivados del decreto 2249, de contenido absolutamente
irregular, que permite a cualquier ocupante explotar el monte nativo
chaqueño en tierras fiscales, sin ningún tipo de control por parte del
Instituto de Colonización. Por este decreto se están cometiendo
verdaderos desastres ambientales. Si sumamos los desmontes truchos
autorizados por la Dirección de Bosques con el pretexto de combatir las
invasoras (fachinales), más los cambios de usos de suelos que se han
autorizado como un verdadero festival durante el 2011, que han
involucrado suelos Clase VI, de la serie Capdevila, fundamentalmente en
el eje Charata y Pinedo, componemos un cuadro de situación que antecede
inmediatamente a los ambientes estragados, producto de la descontrolada
expansión de las fronteras agropecuaria y ganadera. Es que toda la
estructura del Ministerio de la Producción está atravesada por la
corrupción y actúa como comercializadora de los recursos naturales,
abierta y desembozadamente.
Los diputados chaqueños tienen la palabra. De nuestros legisladores
depende que se avance o no en el temerario proyecto que puede general el
colapso del frágil ecosistema existente en El Impenetrable. Esta vez se
trata del Interfluvio, que es el único gran humedal de la región. Si
fracasan, será la hora de los jueces. En todos los casos dependerá de la
presión social. Así ocurrió en Río Negro con el proyecto de
entendimiento celebrado entre el gobernador Miguel Ángel Saiz y los
chinos, frenado por la decisión de un juez que hizo valer las leyes y la
Constitución".
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