Ante los efectos en
México de la crisis económica internacional, la política del gobierno
ha sido descargar sus costos sobre las espaldas de las y los
trabajadores y el pueblo pobre, salvaguardando y favoreciendo así los
intereses patronales, nacionales y extranjeros. El miserable aumento
salarial (aprobado en complicidad con las burocracias sindicales), los
avances en la privatización de sectores estratégicos como la
electricidad y los hidrocarburos, y las reformas estructurales en
puerta, son ejemplo de ello.
En el sector educativo, su expresión más reciente es el anuncio del
programa de créditos para la educación superior, una medida en beneficio
de los bancos y las universidades privadas que, junto a la deducción de
impuestos por pago de colegiaturas, se suma a toda una ofensiva en
contra de la educación pública y gratuita, y de los derechos y
conquistas de los trabajadores de la educación en todos los niveles.
En el nivel básico, el ataque pegó un salto con la firma de la ACE en el 2008, y desde entonces se profundizó con un desmantelamiento sistemático de la educación pública
(ataque al normalismo, imposición de la jornada ampliada y sus
distintas variantes mediante el cierre de turnos vespertinos, consejos
de participación ciudadana, etc.), la modificación de sus contenidos en
función de las necesidades empresariales (educación por competencias) y
la precarización de las condiciones laborales de sus trabajadores
(códigos 95, 97 y 23, examen de oposición, modificación a los
lineamientos de Carrera Magisterial y su articulación con la prueba
ENLACE, Evaluación Universal, etc.).
Durante el 2011, en medio de una situación nacional
reaccionaria signada por la militarización del país en la llamada
“guerra contra el narco”, la represión, y la subordinación cada vez
mayor al imperialismo norteamericano, las movilizaciones del magisterio
fueron parte de la resistencia de los asalariados frente a la ofensiva
gubernamental. Hoy, que la Sección 9 le da continuidad a esta lucha,
desde el boletín Nuestra Clase saludamos
su iniciativa de paro y nos sumamos a la movilización, señalando junto a
ello la necesidad de que la CNTE llame a la movilización nacional del
magisterio para enfrentar, junto a los sindicatos que se reclaman
opositores y los distintos sectores en lucha, los ataques y los planes
del gobierno sobre el conjunto de los explotados y oprimidos, la
militarización del país y la subordinación y entrega al imperialismo
norteamericano. Para hacer efectiva esta unidad y como un paso para
llevar la lucha al triunfo, es indispensable que la articulemos con la
lucha antiburocrática por la democratización y la independencia de clase
de nuestros sindicatos, es decir, su independencia política respecto al
Estado y los partidos del Congreso, recuperándolos así como
instrumentos al servicio de las luchas y las tareas de nuestra clase.
¡Aumento salarial de emergencia de acuerdo al costo de la canasta básica!
¡Escala móvil de salarios de acuerdo a la inflación!
¡Que las horas de trabajo sean repartidas entre todas las manos disponibles para abatir el desempleo!
¡Abajo a las reformas estructurales!
¡Que la crisis la paguen los capitalistas!
¡Por la unidad de los sindicatos universitarios contra los créditos académicos!
¡No al desmantelamiento de la educación pública!
¡Base para todos los trabajadores de la educación! ¡Abajo los contratos eventuales! ¡No al trabajo precario!
¡Abajo la ACE!
¡Por la desmilitarización del país!
¡Alto a la represión!
!Por la democratización y la independencia de clase de nuestros sindicatos!
*Boletín de trabajadores y trabajadoras de la educación Nuestra Clase 18/01/2012


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